Voy a contaros algo rápidamente. Se me acaba de ocurrir. Llevo toda la semana recibiendo emails con descuentos en mil tiendas por el Black Friday. Me he metido ya mil veces en la web de Primor y tengo el carro con algunas cosas que estoy luchando por no comprar. Me ha pasado igual con la web de Nars, la de Bobbi Brown y la de MAC. Las causas de esta ansiedad consumista son varias, las mías personales:
- Me gustan todos los productos que veo en los vídeos de Youtube, principalmente los que creo que necesito irremediablemente.
- Tengo mucha facilidad en obsesionarme por cosas que me gustan y no sacármelas de la cabeza hasta que las tengo. Luego al tiempo puede que las olvide.
- Todo es tan sencillo, un click y a los pocos días en casa.
- Descuentos, envíos gratis, ofertas...
Deberíamos tener un poco de cabeza y pensar fríamente, en principio este mensaje va para mi, pero sé que a mucha gente le hará reflexionar. ¿Merece la pena gastar en caprichos más de lo que podemos permitirnos y luego recortar de otros sitios? Sé que muchas veces esto se puede ver como una afición, pero también puede interferir en nuestra vida normal. Lo digo, por las veces que he comido macarrones por comprarme un colorete de 40€ o un labial de 25€ (más ropa...).
Todo como siempre es cuestión de prioridades. Y en mi caso voy a controlar las mías.
Mi propósito para el 2016 y que va a empezar hoy mismo es:
No voy a comprar nada de maquillaje hasta que no encuentre trabajo
Podréis decir que bueno, eso es relativo, y que puede que en dos meses vuelva a empezar a trabajar y ojalá. Pero así, mientras llega o no ese trabajo, aprenderé a administrar el dinero del que dispongo.
Así que, iré enseñando lo que tengo y cómo lo voy a ir usando estos meses. Seguro que así aprendo a sacarle mucho más partido a los productos.
¿Qué os parece la idea? ¿Lo haríais?